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El estrés, ¿que es?

El estrés es un mecanismo natural del cuerpo ante una situación percibida como inquietante, hostil y peligrosa. En respuesta, el organismo se prepara para actuar o para adaptarse y pasa entonces por cuatro fases : reacción, resistencia y adaptación, agotamiento, regreso a la normalidad. Si una cantidad correcta de cortisol (famosa « hormona del estrés ») es beneficiosa para mantenerse estimulado, alerta, motivado a diario, una cantidad demasiado baja o demasiado fuerte puede generar inconvenientes.
Jugando con la salud mental, emocional y física, las manifestaciones descontroladas de estrés y ansiedad pueden interferir en la vida cotidiana y, en ocasiones, son difíciles de detectar. Sin embargo, las cifras revelan que nueve de cada diez españoles (96%) han sentido estrés en el último año, y cuatro de cada diez (42,1%), lo han hecho de manera frecuente o continuada, porcentaje que equivale a casi 12 millones y medio de españoles (12.413.000).

Entonces, ¿de dónde provienen estos problemas y cómo se interponen en el camino?

Independientemente de la forma en que se manifiesten, el estrés y la ansiedad derivan principalmente de preocupaciones personales. En España, los estudiantes son quienes lo padecen de manera más frecuente o continua (55,6%), seguidos de las personas en busca de su primer empleo (50,7%), y los empleados, tanto por cuenta ajena como propia (41,4%). tienen un carácter especialmente económico para el 43% de la población y de orden profesional para el 35%. Por supuesto, el estrés también se puede generar a escala colectiva por aspectos políticos, económicos y sociales. A veces también, una sensibilidad emocional preexistente expone a una persona a un estrés cuya fuente es intangible.

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¿Cuáles son los problemas relacionados con el estrés?

Miedos y fobias

El miedo es un estado emocional experimentado frente a un peligro, ya sea imaginario o real. Cuando este estado se transforma en problema, hablamos de fobia. La reacción emocional fóbica frente al objeto o la situación (objetivamente sin peligro) se agrava, incluso es irracional. Puede inducir tácticas de evitación, provocar ataques de pánico o podría causar la creación de respuestas corporales (palpitaciones, vértigo…). Existen fobias llamadas específicas como, por nombrar una,  la fobia a los animales  (arañas, serpientes…) y fobias complejas (agorafobia y fobias sociales).

Trastornos de ansiedad generalizada

En algunos casos, la sensación de inseguridad es crónica y no está vinculada a ninguna situación real. Este trastorno se manifiesta a través de varios síntomas (trastorno del sueño, de la digestión, irritabilidad…) y puede llegar a provocar ataques de pánico extremadamente intensos.Cuando persiste de forma recurrente durante un período  significativo de al menos 6 meses, se denomina Trastorno de Ansiedad Generalizada o TAG.

Estrés post-traumático

Hay un trauma cuando un individuo experimenta un choque emocional o físico violento, frente a un evento brutal (agresión, accidente, muerte, rotura…) del cual es víctima o testigo. El sufrimiento generado puede crear un estado de estrés post-traumático. El sujeto desarrollará diferentes síntomas relacionados con el resurgimiento de esta amenaza,en particular flashbacks, dificultad de concentración, reacciones a ciertos estímulos…

Trastornos psicosomáticos

A veces, el cuerpo (soma) se ve afectado directamente por la actividad de la mente (psique). El estrés se vincula entonces con las disposiciones emocionales y mentales del individuo. Hablamos de trastornos psicosomáticos porque el organismo manifiesta un trastorno sin causa orgánica. La aprehensión de un evento, por ejemplo, puede provocar pérdida de apetito o incluso desencadenar una sudoración excesiva. Inofensivo cuando es transitorio, este trastorno puede persistir a lo largo de la vida diaria y llegar a crear enfermedades psicosomáticas reales.

Hipocondría 

Hablamos de hipocondría cuando una persona está demasiado preocupada por su salud. Interpreta - incluso analiza - cada manifestación de su cuerpo de forma peyorativa y como signo de una enfermedad, generalmente grave. Para sentirse a gusto, el sujeto puede tender a incrementar el número de consultas médicas. Este mecanismo de ansiedades obsesivas infundadas puede ser causado por muchos factores relacionados con el entorno del sujeto (educación, herencia, presenciar una muerte después de una enfermedad, etc.).

Confinamiento y Aislamiento

Los períodos de confinamiento experimentados en respuesta a la propagación del COVID-19 representan factores potenciales de gran estrés, en particular a través de la restricción del confinamiento y el aislamiento. En un entorno tan atípico pueden aparecer distintas fragilidades psicológicas o alteraciones somáticas: depresión, agresividad, miedo a las alturas, miedo a los demás, pensamientos rumiantes, trastornos digestivos, trastornos del sueño ...

Terapias recomendadas para estas dolencias

A menudo se recurre al uso de medicamentos no convencionales para actuar sobre los trastornos relacionados con el estrés y la ansiedad, porque estas terapias sacarán su eficacia al centrarse en el paciente en su conjunto. Le permiten ganar autonomía frente al manejo de sus trastornos emocionales y psíquicos, en lugar de simplemente buscar de  

contrarrestar los síntomas. Entre las prácticas que pueden ayudarte a manejar el estrés y la ansiedad, encontramos: yoga, meditación, EMDR, Gestalt, Terapias cognitivo-conductuales (como sofrología, hipnosis, PNL).

La medicina alternativa, también conocida como medicina alternativa y complementaria (CAM), no pretende reemplazar el tratamiento médico. Consulte a su médico primero en caso de enfermedad, malestar o alteraciones graves.